Mi última propuesta para "Platos que enamoran" es este risotto súper cremoso con azafrán, gamba roja y reducción de leche de coco. Los sabores combinan de maravilla y estoy segura de que opinaréis lo mismo que yo al primer bocato.
La preparación es mucho más sencilla de lo que puede parecer, así que vamos a por ello.

Ingredientes:
160 g arroz Carnaroli o Arborio
1/2 lt de caldo de verduras
40 g parmesano rallado
1/2 vaso de vino blanco
65 g mantequilla muy fría
4 gambas rojas o carabineros pequeños
50 ml leche de coco
1 cucharadita de maicena
Preparación:
Empezamos por el arroz
1. El caldo: La base de cualquier buen risotto es el caldo, así que lo primero que hacemos (también con antelación) es prepararlo. En este caso uso un caldo de verdura básico: ponemos a hervir abundante agua con cebolla, apio y zanahoria. Dejamos hervir unos 30 minutos, salamos y listo.
2. Tostar el arroz: ponemos a calentar una olla con un poco de AOVE y echamos el arroz para tostarlo un par de minutos. Esto sirve para sellar el grano de arroz y evitar que se rompa durante la cocción. Dejamos tostar un par de minutos y luego echamos el vino. Dejamos evaporar el alcohol.
3. Añadir el caldo gradualmente: empezamos a añadir el caldo poco a poco, mezclando para que no se pegue y para que el arroz suelte su almidón. En 15-16 minutos estará listo. Añadimos el sobre de azafrán.
4. La mantecatura: este paso es clave para alcanzar la textura cremosa. A cocción terminada apagamos el fuego y añadimos un trozo de mantequilla MUY fría y mezclamos bien. A continuación también añadimos parmesano rallado. Cubrimos la olla y lo dejamos reposar 1-2 minutos antes de servir.
Reducción de leche de coco
Vamos a hacer una cremita de leche de coco. Para espesar utilizamos la maicena.
Mezclamos una cucharada de maicena con una de agua.
En un cazo pequeño ponemos a calentar la leche de coco. Cuando esté caliente añadimos la mezcla de maicena y removemos bien hasta alcanzar la textura deseada (tarda muy poco).
Preparación de las gambas
Para esta receta es importante usar un producto de calidad y, ya que vamos a servir las gambas crudas tenemos que congelarlas un par de días antes.
Las descongelamos un par de horas antes y las limpiamos: pelamos el caparazón y quitamos el intestino (la línea negra que aparece por todo el cuerpo).
Aliñamos con aceite de oliva virgen extra, sal, pimienta y ralladura de limón.
Emplatado
Emplatamos el arroz, añadimos las gambas formando un corazón y terminamos con la reducción de leche de coco y algún pistilo de azafrán.
Buon appetito!
